Se desconoce Detalles Sobre La palabra de Dios en momentos críticos
En fin, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.
En conclusión, los textos bíblicos revelan claramente el sufrimiento profundo y significativo que Jesús experimentó por aprecio a la humanidad. Su sacrificio en la cruz nos muestra el aprecio incondicional de Dios y nos desafía a seguir su ejemplo incluso en medio del sufrimiento.
La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de esta escuela de sufrimiento. Y abre un camino que nos permite releer aquellos tiempos de dolor que estamos llamados a atravesar de vez en cuando.
Textos bíblicos para vigorizar a las familias cristianas: Explora en este artículo una selección de
Enfrentar la hostilidad y el odio por seguir a Jesús requiere valentía, Convicción y una confianza en Dios en medio del sufrimiento. Somos llamados a ser testigos valientes frente a el rechazo de la gente y a continuar predicando el evangelio en las ciudades de Israel y en todo el mundo.
Debemos estar firmes more info en nuestra Confianza y ser testigos valientes frente a el rechazo de la Parentela, sabiendo que Jesús nos examinará delante su Padre celestial.
Ahora admisiblemente, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza.
Porque yo sé muy admisiblemente los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Las promesas de Dios siempre se cumplen porque él no miente. Dios hace muchas promesas en la Biblia para todos los que le aman y como nuestro Dios es fiel,.
La enseñanza de Jesús sobre continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento es una llamada a la valentía y la Confianza inquebrantable.
Su sufrimiento se convierte en un acto de simpatía y misericordia que trasciende el dolor físico y nos ofrece una esperanza eterna.
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel.
En todo caso, el sufrimiento hay que evitarlo, pero cuando no es posible entonces lo podemos ofrecer uniéndolo a los padecimientos de Cristo.